sábado, 5 de septiembre de 2009


La muerte desnuda me enfrenta,
Mientras la luna mis pasos cuenta.
El efímero aire de verano,
Se filtra por la ventana de mi descanso.

Tengo en cuenta que mis soles
No podrán nunca nutrir tus flores.
Porque no soy más que nadie,
Que mira lentamente tus aires.

Nunca sentí que él estuvo aquí,
Aunque ya no siento candor dentro de mí.
La variación queda inmune hoy
Porque no soy sólo yo.

El espíritu de su alma abandonada,
Vaga por mi estancia.
Clamando paz y el amor que nunca di.
Porque éste pertenece enteramente a ti.

Planté silencio en mi curtido temperamento,
Esperando el aclamado afecto.
Pero las luces de la mismísima luna
Ya iluminan mi anticuada tumba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario